La hermana de la Vía Láctea. Así luce esta hermosa galaxia ante nuestros ojos:
Al igual que nuestra galaxia, ésta tiene forma de espiral, de ahí proviene su nombre mejor conocido entre astrónomos como Galaxia Espiral M31, aunque también se le conoce como Messier 31 o NGC224. Si echamos un vistazo a una noche despejada, podremos observarla a simple vista, ya que es el objeto astronómico más alejado de la tierra observable sin necesidad de equipos especiales.
Sin embargo desde nuestro planeta vemos a Andrómeda con tonos blancos y azules, un poco opaca por supuesto por la interferencia de nuestra atmósfera y nuestra limitante visual. Aún así la ciencia no se detiene y esta vez se realizó un estudio para poder ver y estudiar más detalladamente la forma, composición y funcionamiento de este objeto astronómico.
Ondas infrarrojas y Rayos X fueron los apreciados en esta ocasión tras que el equipo de Observatorios espaciales de ESA’s Herschel y XMM-Newton unieron sus fuerzas en esta investigación.
Por una parte Herschel sensible a la luz del infrarrojo fue capaz de captar nubes de polvo frío y gas donde las estrellas están a expensas de formarse. A pesar de las cantidades y lo inconmensurable que puede llegar a ser, estos cuerpos pueden llegar a tardar cientos de millones de años en su proceso de formación hasta alcanzar la densidad apropiada para comenzar a brillar con longitudes de onda visibles como las conocemos hoy en día y así poder ser apreciadas por telescopios corrientes. A continuación la Imagen en infrarrojo de Andrómeda.
El diámetro mayor de los anillos de Andrómeda puede llegar a medir 75 mil años luz. Astrónomos de todas partes del mundo aseveran que su posible formación se debe a la colisión con alguna otra galaxia. La imagen obtenida por Herschel muestra detalles más minuciosos revelando así que al menos existen 5 anillos concéntricos de polvo visible para la formación de estrellas.
Por otra parte el observatorio ESA’s XMM-Newton pudo captar simultáneamente la imagen de Andrómeda bajo la exposición a Rayos X obteniendo como resultado lo siguiente:
Y si bien las longitudes de onda infrarrojas nos muestran los comienzos de la vida estelar en esta galaxia, los Rayos X nos dan un bocado de lo que es el fin de los cuerpos gaseosos en ella.
Así es. Con ayuda de la visión de Rayos X podemos estudiar el fin de la evolución estelar en Andrómeda, que nos muestra claramente cómo se aglomeran en el centro gran cantidad de estrellas en donde finalmente acabarán por morir luego de su incansable lucha contra la gravedad.
Así, ambos estudios dan como resultado una de las imágenes más completas de nuestra galaxia vecina. Andrómeda. Estos estudios nos proveen información que es imposible obtener desde la tierra ya que las longitudes de onda mencionadas anteriormente son absorbidas por nuestra atmósfera terrestre, es por esto que se necesitan equipos especiales para su obtención.
Así entonces, es posible obtener un estudio mucho más completo de Andrómeda, ya que nuestra visión nos provee información acerca de estrellas adultas, las longitudes de ondas infrarrojas proveen información de las estrellas más jóvenes, mientras que los Rayos X nos regala información acerca de los últimos momentos de estos cuerpos incandescentes.